Una psiquiatra me dijo una vez: “abortos remotos afectan aún 30 años después de efectuados”. Fue una oración que me impactó. Tal como puede un accidente influir en la vida de una persona, un aborto puede afectar, si no es toda, gran parte de la vida de una mujer. Está el caso de una mujer de 40 años, que a los 23 se realizó un aborto y que la llevó a tener cuatro abortos espontáneos, e incluso un cáncer cervicouterino. Es sólo un caso pueden decir algunos, sí, pero la ciencia aun así demuestra que no existe ningún beneficio, ni mental ni físico, en las mujeres que deciden llevar a término su embarazo.
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