Eliminando al más indefenso

Carta de Mons Fernando Chomali
Diario El Mercurio, 14 enero 2017
Eliminando al más indefenso
Señor Director:

En unos días más, un grupo de senadores va a decidir si se sigue o no adelante con un proyecto que declara la violencia física, hasta procurar la muerte de un inocente, como método válido en la República de Chile para resolver un conflicto.

En efecto, hay situaciones en las que el embarazo puede generar una serie de complicaciones a la madre que lo lleva en su vientre y que es bueno reconocer. Sin embargo, el proyecto permitirá que ese conflicto se resuelva eliminando al más indefenso. Para justificar esta aberración de la sociedad civil y del Estado de Derecho, que están llamados a custodiar, dicen que no es un ser humano el que se está desarrollando en el vientre de la mujer. Si no lo es, ¿qué es entonces? Acaso no es lo que en su momento fuimos cada uno de nosotros. Otros le reconocen el estatus de ser humano y ciertos derechos, pero dicen que el derecho de la madre a decidir es superior al derecho a la vida de este. Si es así, queda claro que la ley va a consagrar el derecho de unos, los más fuertes, respecto de otros, los más débiles. Y que hay categorías de seres humanos respecto de sus cualidades físicas o su procedencia. Eugenismo y clasismo en su máxima expresión.

Quienes quieren seguir adelante con este proyecto se olvidaron de los avances de la genética que nos confirma que desde el momento de la fecundación estamos en presencia de un ser humano. Se olvidaron de la Constitución de Chile que protege la vida del que está por nacer. Se olvidaron de la experiencia de tantos países donde el aborto es libre. Y sobre todo se olvidaron de que una mujer acompañada en estos casos en lo último que piensa es en abortar. Claro que ese camino es más exigente porque implica el concurso y el esfuerzo de muchos. El talante de una sociedad se mide en la capacidad que tiene de preocuparse y ocuparse del más débil. Los senadores que perseveren en este camino de alguna manera están avalando la violencia para resolver conflictos reales que fueron, son y serán, parte de la vida social. Eso es privilegiar la razón de la fuerza por sobre la fuerza de la razón. Estamos en una situación muy peligrosa para el futuro de la sociedad porque la razón ha sido traicionada. De allí al nihilismo hay un paso.

+Fernando Chomali
Arzobispo de Concepción

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Abogados por la Vida

Declaración: «SÍ A LA VIDA, NO AL CRIMEN»

El Senado de la República debate el proyecto de ley propuesto por el Gobierno que autoriza interrumpir, en tres causales, el embarazo de una criatura que está en el vientre materno en gestación provocándole la muerte, lo que constituye un crimen abominable. No se trata de un proyecto de mera despenalización de un crimen, sino de una incitación a cometerlo, disponiendo, como si fuera poco, la obligación de médicos e instituciones de salud de practicarlo.

Como personas que hemos consagrado nuestra vida al derecho y la justicia, declaramos enfáticamente que esto constituye un atentado gravísimo contra la vida de personas inocentes e indefensas. Las víctimas son seres humanos cuya existencia como tal se inicia al momento de la fecundación de un ovulo femenino con un espermatozoide masculino, como lo enseña la naturaleza y la ciencia. Cada uno de nosotros lo fuimos desde el momento de nuestra concepción, y somos el mismo ser de entonces, con diverso grado de desarrollo. Pretender hacernos creer lo contrario constituye un engaño que la más elemental sensatez nos impide aceptar. Nuestro derecho a la vida comenzó al momento de la concepción y está garantizado desde ese momento.

Ninguna persona tiene derecho, en circunstancia alguna, para atentar contra la vida de un inocente. Menos todavía la madre de un niño por nacer quien está llamada a ejercer sobre él la posición de garante de su propia existencia, su seguridad y bienestar. El derecho a decidir de la madre está limitado por la vida que crece en su vientre. Nadie puede en caso alguno atentar contra ese derecho humano fundamental. Por lo demás, muchas veces la madre es otra víctima del aborto porque no puede soportar las presiones que se ejercen sobre ella para que lo autorice. De aprobarse este proyecto, esa posibilidad aumentará dramáticamente.

La protección de la vida de la madre no requiere la interrupción del embarazo de la criatura, así lo asegura la inmensa mayoría de los médicos. Incluso la adopción de algunas medidas que puedan poner en peligro la vida del que está por nacer, para salvar la vida de la madre, no constituye propiamente un aborto y están autorizadas por nuestro ordenamiento jurídico. En caso de que la criatura tenga algún problema que amenace su viabilidad al nacer, el deber de la sociedad consiste en apoyar a esas madres y a sus criaturas para que sus dificultades puedan ser abordadas sin optar por el homicidio de un inocente.

Lo mismo ocurre en el caso que la madre haya sido violada. Ciertamente ella requiere de un cuidado especial, pero en caso alguno tal situación puede justificar el asesinato de la criatura que es totalmente inocente y que, además en muchos casos, garantizaría la impunidad absoluta del violador.

El Senado de nuestro país ha sido un tradicional defensor de los valores fundamentales que constituyen nuestro ser nacional. Nuestra legislación es clara. La Constitución política expresa en su Art. 1° que “el Estado está al servicio de la persona humana y su finalidad es promover el bien común, para lo cual debe contribuir a crear las condiciones sociales que permitan a todos y cada uno de los integrantes de la comunidad nacional su mayor realización espiritual y material posible, con pleno respeto a los derechos y garantías que esta Constitución establece”. El Art. 19 N°1 de la Constitución consagra y garantiza: “El derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la persona. La ley protege la vida del que está por nacer”.

La aprobación de un proyecto que autorice el aborto constituye un grave atentado contra el bien común nacional que no solo contraviene la Constitución y nuestras leyes, sino que causará a la comunidad nacional un daño irreparable. Nuestra vida social y nuestros valores fundamentales no serán los mismos después de aprobada una ley de aborto como la que se propone.

Por tanto, suscribimos este texto y venimos a declarar que el proyecto de ley en trámite es inconstitucional y atenta contra tratados internacionales de defensa de la vida humana que son vinculantes para Chile; pero por sobre todo, es contrario a los deberes mínimos de humanidad que nos impone prestar protección y cuidado a quienes siendo completamente inocentes están más indefensos y desvalidos. Y es finalmente contrario al Derecho mismo que existe para otorgar protección y seguridad al ser humano de cualquier raza, sexo, estirpe o condición, con total independencia de las circunstancias en que se encuentre.

Este proyecto debe ser retirado del Congreso Nacional y pedimos a la Sra. Presidenta, Michelle Bachelet, que así lo disponga. En el evento que ello no ocurra, solicitamos al Senado de la República que vote su rechazo, sin perjuicio de la jurisdicción del Tribunal Constitucional para declarar la inconstitucionalidad del proyecto, la que llegado el caso deberá ejercerse sin vacilaciones. Lista completa de firmas 

Si quieres firmar también, entra a este link

Pablo Abalos Gana
Ignacio Abogabir Méndez
jaime ignacio aburto guevara
Patricio Mario Acevedo Silva
Cristóbal Andrés Aguilera Medina
José Francisco Aguirre Ossa
Gonzalo Aguirrebengoa
Alfonso Alamos
Trinidad Alamos Alessandri
Nancy Ines Alarcon Baeza
Constanza Alarcón González
Pablo Andres Alarcon Jaña
Christian Andrés Alarcón Widemann
Francisco Javier Alcalde Araya
Guillermo Aldunate Fernandez
Arturo Alessandri Cohn
Francisco Javier Allende Decombe
Felipe Allende Decombe
Raimundo Allende Pérez
José Alberto Allende Pérez de Arce
Francisco Javier Allende Pérez de Arce
José Andrés Alliende González
Rodrigo Almarza
Claudio Rodrigo Alvarado Rojas
José F. Álvarez C
Armando Alvarez Marín
Jorge Álvarez S.
Julio Alvear Téllez
Sergio Amenábar  Villaseca
Claudia Andrade Melo
María Antonia Aránguiz Pinto
Eduardo Esteban Araya Silva
Paulina Arellano Salas
Eduardo Ariztía Manterola
Luis Aróstegui García
María Gabriela Arqueros Escobar
María de los Ángeles Arrieta Ugarte
Nicolás Alberto Aspillaga Pumarino
Ivette Maria Avaria Vera
Matías Ignacio Avendaño Araneda
Jorge Avilés Barros
Miguel Angel Avilés Corey
Álvaro Awad Sirhan
Jorge Balmaceda Morales
María Victoria Bambach Salvatore
Jorge Baraona Correa
Jorge Baraona González
Carolina Barcelo
Antonio Barchiesi Chávez
Francisco Javier Barreda Larrea
Jorge Eduardo Barrera Rojas
Alvaro Barron Psrada
Sebastián Barros Campino
Andrea Barros Iverson
José Manuel Barros Pérez
Francisco Bartolucci Johnston
Felipe Bascuñán Montaner
Felipe Bazan Domínguez
Francisco Javier Beltrán Meléndez
Eugenio Benitez Kufferath
Eugenio Benítez Ramírez
Rodrigo Benítez Ureta
María de la Luz Berg Rojas
José Tomás Berguecio Ovalle
Florencio Bernales Romero
JAIME BERNALES VALENZUELA
Diego Esteban Berríos de la Hoz
Luis Victor Bezanilla Mena
Manuel Blanco Vidal
Pedro Bolados Correa
Ana Luisa Boldt Strickler
Maximiliano Javier Booth Pinochet
Rodrigo Bordachar Urrutia
Katherine Lisette Bordones Cartagena
Rafaela Bosquez
María Constanza Bosselin Molina
Carol Cecilia Bown Sepúlveda
Henry Christopher Boys Loeb
Claudia Brahm
Enrique Brahm García
María Fernanda Brahm Morales
Fernando Bravo V.
Catalina del Pilar Brito Hasbún
Juan Carlos Bulnes Concha
Felipe Bulnes Concha
Jorge Osvaldo Burmester Guzmán
Angelica Burmester Pinto
Pedro Bustamante Donoso
José Luis Bustamante Gubbins
Francisco javier Bustos muñoz
Francisco Javier Caballero Germain
Mario Caballero Toro
Luz María Calvo Sánchez
Fernando Campino Ariztía
Ximena Camus
Michael Camus Dávila
Raimundo Camus Varas
Alfonso Canales Undurraga
Simona Canepa Aravena
Mauricio Antonio Cárdenas Garcia
Luis Alberto Cárdenas Toledo
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Jorge Caro Cordero
Gonzalo Israel Carrasco Astudillo
José Miguel Carrasco Bravo
Sergio Carrasco D.
Fernando Castro del Río
Juan Alberto Castro Fernández
Ximena Campodónico Vargas
Rodrigo Ignacio Caviedes Arnengolli
Carlos Alex Cea Rodriguez
RosaMaría Cifuentes Montero
Guillermo Leonel Cocio Sepúlveda
María del Carmen Coeymans Zabala
Ángela María Composto Longhi
Santiago Concha
Oscar Contreras Blanco
Raquel Graciela Contreras Gallardo
Francisco Contreras Jiménez
Oscar Miguel Contreras Pomes
Philippa Cooper
Alejandra Corbalán Rodríguez
Maria Beatriz Corbo Atria
Hernán Corral Talciani
Mario Correa Bascuñán
Fernando Jose Correa Bull
Ana María Correa C.
José Tomás Correa Covarrubias
Jaime Correa Undurraga
Alfonso Costabal Ruiz-Tagle
Felipe Cousiño Prieto
Josefina Covarrubias
Pedro Covarrubias
Maria de los Angeles Covarrubias Claro
Ignacio Enrique Covarrubias Cuevas
maria judith cox vergara
Luciano Cruz Morandé
Alvaro Cruz Novoa
Rafael Cruzat Donoso
Carlos Cruzat Irarrazaval
Trinidad Cubillos G.
José Tomás Cuevas Errázuriz
Ignacio Roberto Daiber Peralta
Rodrigo De Alencar Baraona
Angélica de la Carrera Bezanilla
María Teresa De la Carrera Díaz
Alberto De la Carrera Díaz
Cristián Alberto De la Carrera Lantadilla
Patricio De la Fuente Encina
Matías de la Lastra Jara
Gabriel Del Favero Valdés
Juan Pablo Del Solar de la Sotta
Gustavo Delgado Bravo
Francisco José Dellacasa Aldunate
José Miguel Delpin Piffaut
Juan Carlos Demarta Borlando
LORETO DIAZ DE VALDES BALBONTIN
Juan Pablo Díaz de Valdés Balbontín
MANUEL JOSÉ DÍAZ DE VALDÉS HERRERA
José Manuel Díaz de Valdés J.
MANUEL DÍAZ DE VALDÉS OLAVARRIETA
Paul Leonard Diaz Jara
Regina Ingrid Díaz Tolosa
José Ignacio Díaz Villalobos
Miguel José Dibarrart Ferrada
maria Fernanda diez arriagada
Patricio Diez Morello
Alfonso Domeyko Letelier
Carmen Dominguez
Maria Catalina Dominguez Rojas
Nicolás Domínguez Rojas
Quena Dominguez valdes
DOMINGO DONETCH SANCHEZ
María Cristina Donetch Ulloa
Francisco Javier Donoso Barriga
Pedro Carlos Doren Swett
María Elena Dörr Bulnes
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María Teresita Solange Doyharcabal Casse
Antonio Ecclefield
Andrés Echeverría Bunster
María Dolores Echeverría Faz
María Elena Edwards Vial
Paul Guy Francois Eichwald Rojas
María Fernanda Eltit Mena
Claudio Andrés Ereche Tuzzini
Pablo Cayetano Errazuriz Anex-Dit-Chenaud
Maximiliano Errázuriz Eguiguren
Diego Errázuriz Krämer
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Pablo Errazuriz Montes
Rafael Errázuriz Sotomayor
Cristina Errázuriz T.
Beatriz Del Carmen Escobar Andrade
Victoria Francisca Escobedo Arancibia
Manuel Alejandro Espinoza Torres
María del Pilar Estay Fernandez
Nicolás Eyzaguirre Baeza
Cristóbal Eyzaguirre Baeza
Sebastián Eyzaguirre Baeza
José María Eyzaguirre Baeza
José María Eyzaguirre G.H.
Cristián Fabres Ruiz
Willy Fahrenkrog Podlech
Andrés Falcone Alcalde
María Veronica Falcone del Rio
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Juan Pablo Faúndez Allier
Jorge Andrés Femenías Salas
Manuel José Fernández Barros
Gastón Fernández Montero
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Jorge Cristián Fernández Trabucco
Alvaro Ferrer del Valle
María Ignacia Figueroa Roig
Catalina Sofía Fonseca Valdenegro
Benjamín José Franzani García
Carlos Frontaura Rivera
Diego Andres Fuentes González
Nicolás Gagliardi Suazo
Emillio Patricio Gallardo Puelma
Victor García B
Ignacio García Pujol
Tomás García Tagle
Sergio García Valdés
luis giachino panizza
Maria Ignacia Gil zernott
René Godoy Díaz
Claudia Andrea Godoy Monsalve
Rafael Goldsack  Jarpa
Román Ignacio Gómez Contreras
Eugenia Gómez Hermosilla
Paulina Sifis Gómez Maluje
Jorge Ambrosio Gómez Vergara
Tomás Eduardo González Aldunate
Juan Pablo González Cruz
Eduardo González E
Alberto González Errázuriz
Jose Joaquin Gonzalez Errazuriz
MARIA ISABEL GONZALEZ POMES
José Manuel Gonzalez Ugarte
Carlos Eduardo González Ugarte
Alberto González Vidal
Franco Gorziglia
Macarena Granese Martinez
Benjamín Grebe Lira
Benjamín José Greene Valenzuela
Germán Gruzmacher Gallo
Cesar Esteban Guajardo Morell
FabiolA Guarderas zurita
Cristóbal Guerrero Cortés
Roberto Guerrero Valenzuela
María Denise Gumpertz Cebreros
Maria del Rosario Guridi Rivano
Juan Pablo Gutierrez Silva
Juan Francisco Gutierrez Undurraga
Alberto Guzmán Alcalde
Alejandro Guzmán Brito
Andrés Guzmán Devot
Sergio Guzmán Silva
Harry Havraneg
Tomás Henríquez
Christopher Henríquez Guzmán
Ricardo Ignasio Hernández Silva
María de la Luz Herrera Cruz
Catalina Herrera Cruz
Héctor Enrique Herrera Valenzuela
Carmen Mónica Hidalgo Molina
Alexandra Howard Turcios
Sofia Hubner
Jorge Andrés Hübner Garretón
Cristian Eugenio Hüe Wielandt
Clemente Huneeus Alliende
Felipe Hurtado Parot
Pablo Ibáñez Masramon
Gonzalo José Ibáñez Santa Marìa
Roberto Ibarra
María Consuelo Ibarra Videla
Andrea Idalsoaga
Ricardo Ihle Arias
Guillermo Infante Cortés
Felipe Infante Larrain
Pablo Eduardo Infante Vargas
Andrea Rosario Iñiguez Manso
Juan Irarrázabal A.
Ricardo Irarrázabal Sánchez
Francisco Irarrazaval
Fernando Irarrazaval
Magdalena Irarrázaval
Felipe Irarrázaval Fernández
Leonidas Eduardo Irarrázaval Ossandón
Jose Andres Irazabal Herrera
Alvaro Iriarte Baron
Julio Hernán Isamit Díaz
Carlos Augusto Luis Isler Soto
Matías Izcue Elgart
Juan Eduardo Izquierdo Bacarreza
Juan Jose Izquierdo Bacarreza
Juan Javier Jara Muller
Juan Enrique Jara Opazo
Victoria Jaramillo
Marcos José Jaramillo Contreras
JOSE ALFONSO JASMEN SEPULVEDA
Gustavo Jeanneret Martinez
Víctor Alejandro Jesam Torres
Tomás Jiménez
Gonzalo Jiménez  Espinosa
Maria Cecilia Jimenez Grez
Manuel Jiménez Pfingsthorn
Josefina Joannon Ovalle
benjamin Jordán Astaburruaga
María Begoña Jugo De Las Heras
Ximena Jünemann
José Pablo Keymer Opazo
Diego Andrés Kother Kraemer
Sebastián Krebs G.
Tomás Kubick Orrego
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Patricio Lagos Narvaez
Félix Enrique Lagreze Byrt
Cecilia Lamoliatte Vargas
Felipe Lange Guillen
Manuel Larrain
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Tomás Antonio Larrain Arellano
Ignacio Larraín Jiménez
Anibal Larrain Mir
Maria Paulina Lasen de Solminihac
Fernando Lathrop Aubert
Magdalena Latorre Larrain
Francisco Javier Lavín Infante
Juan Jorge Lazo Rodríguez
Arturo Le Blanc Cerda
Carolin Le Dantec Briceno
Sofia Lea-Plaza Diez
Dolores Lecaros
Andrés Lecaros Concha
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Edmundo Lemaitre
José Luis León Márquez
Hugo Javier León Saavedra
Ignacio Letelier Jofré
Roberto Lewin Vial
Soledad Lineros O.
Juan Ignacio Lira Vergara
Loreto Isabel Llorente Viñales
Antonio Alejandro Lopez Pardo
Macarena López Ugarte
Nicolas Luco Illanes
Teresa Lyon
Constanza Macaya Danus
Juan Francisco Mackenna Garcia-Huidobro
Raúl Madrid
Claudio Marcelo Maldonado Pulgar
Pablo Manriquez
Ximena Marcazzolo Awad
Rodolfo André Marcone Lo Presti
María Carolina Marín Montes
Antonia Martin
JORGE GABRIEL MARTÍN DÍAZ
María Consuelo Martínez Pinto
Maria Isabel Martinez Zubicoa
Felipe Massardo Rojas
Francisco Matte Izquierdo
Magdalena Matte Sánchez
Mauricio Maturana C.
Roberto Medina Infante
Claudio Alejandro Mejías Zúñiga
Jaime Domingo Melillan Martínez
Ana Maria Mellado Tapia
Tomás Menchaca Olivares
Enrique Menchaca Olivares
María del rosario Mendez
Gonzalo Alfonso Miralles Escudero
Oscar René Miranda Rojas
Gonzalo Molina Ariztia
Francisco José Mönckeberg Solar
Maite Monsalve Morales
Natalia Andrea Montenegro Avila
Sergio Montes
Felipe Montes Coysiño
Paulo Montt R.
Daniel Agustín Montt Rettig
Gloria Montt Swett
Pamela Morales Herrera
ignacio Morales Sierra
Marcelo Moreno López
Jorge Marcelo Moreno Oyanadel
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Roberto Munita Morgan
Benjamín Musso Arratia
Alberto Naudon del Río
Macarena Navarro Fanjul
Sara Navas
Fernanda José Nitsche Jiménez
Felipe Nuñez
Héctor Núñez Contreras
Sergio Núñez Ramirez
Rodrigo Ochagavia Ruiz-Tagle
 Ma. Constanza Olavarrieta Vidal
Paulo Javier Olivares Díaz
Roberto Olivos Santa María
Angela Onel
Celso Alfonso Oñate Silva
Gonzalo Alejandro Opazo Lacalle
Santiago Orpis Jouanne
Cristóbal Orrego
Francisco Javier Ortiz Rojo
Santiago Ortúzar Decombe
Enrique Ortuzar santa maria
Antonio Ortúzar Solar
Claudio Andrés Osorio Romero
ALFREDO OSSA DE LA LASTRA
Rafael Ossa de la Lastra
Natalia Ossandón Droguett
Roberto Ossandon irarrazabal
María Magdalena Ossandón Widos
Francisco Javier Ostria Ponce
Gerardo Otero Alvarado
Nicolás Felipe Otto Pardo
Fermín Oyarzún Antúnez
Carlos Oyarzun Concha
Rodrigo Pablo Pérez
Ma. de los Angeles Palacios Strooman
Andrés Parker Parada
Adolfo Paúl Latorre
Francisca Pavez
Máximo Francisco Pavez Cantillano
Juan José Pellegrini Vial
Sebastian Peralta Vera
Vittorio Angel Perazzo Donnes
Jaime Pereira Larraín
Matias Perez Cruz
Samuel Pérez C.
Cristóbal Pérez J.
M. Elena Pimstein Scroggie
Paula Pinedo Versin
Macarena Pinto
Ximena Pinto Zañartu
Stefano Pirola Pfingthorn
Ana María Pitto
Francisca Cecilia Pizarro Sagüés
Guillermo Pizarro U.
José Antonio Poblete Laval
jorge enrique precht pizarro
Sebastián Prieto Damm
Patricio Prieto Larrain
Patricio Prieto Sánchez
Dino Gianfranco Pruzzo González
María Paz Pulgar B.
Alfredo Andrés Quezada Martínez
Soledad Quezada Silva
Magdalena Quintana
María Soledad Quintana Villar
Patrick Raby Biggs
Mario Enrique Ramírez Arriagada
José Ángel Ramírez Arriagada
Guillermo Ramírez Diez
José Miguel Ramos Bascuñán
Maximiliano Adolfo Ravest Ibarra
Elena Alejandra Rebolledo Rojas
Alejandra Retamal
Constanza Reyed
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Jorge Hernán Reyes Zapata
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Veronica Riesco
Juan Pablo Riesco Eyzaguirre
Mauricio Riesco Tagle
Mauricio Riesco Valdés
Héctor Guillermo Riesle Contreras
JAIME RÍOS G-L
Ernesto Rios Rios
 M. Carolina Rivas Asenjo
Juan Esteban Rivas Diban
Luis E. Rivera Caneo
Rafael Rivera Sanhueza
Gonzalo Rivera Zaldivar
Martín Anselmo Rocha Espindola
María Ximena Rodríguez Aladro
Javier Esteban Rodríguez Diez
Joaquín Miguel Rodríguez Diez
Aníbal Rodríguez Letelier
cristina angelica rodriguez salas
Trinidad Rojas Ochagavia
Mario Felipe Rojas Sepúlveda
Paula Rojas Vera
Haydée Elena Rojo Cortes
Mario Romero Castro
Josemaría Romero Evans
Alberto Rondon Cruz
Hugo Rosende Álvarez
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María Carolina Roudergue Bustamante
Ricardo Javier Rubio Pérez
Felipe Manuel Ruiz Ibáñez
Luisa Ruiz Jimenez
Luz Maria Ruiz-Tagle
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Carlos Russi
Maria Paz Saavedra Caviedes
Gabriela Andrea Saavedra Ruiz
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Vicente Tadeo Sáez Pinochet
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Bernardita Torres
Martín Nicolas Torres Berstein
Camila del Pilar Torres Carbone
Manuel José Ugarte Godoy
Francisco Javier Ugarte Godoy
Francisco Ugarte Larrain
Manuel José Ugarte Pérez
José Joaquín Ugarte Vial
Fernando Ugarte Vial
Jorge Ugarte Vial
Luis Andrés Ulloa Martínez
Cristián Undurraga Zañartu
Gabriel Unzueta D.
Ignacio Urbina Molfino
José Tomás Ureta Icaza
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Javiera Urrutia A.
María Teresa Urrutia Greve
María Francisca Urzúa Osorio
Manuel Uzal
Manuel Uzal Castro
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Blanca Valdés
María Teresa Valdes C
Hernán Felipe Valdés C.
Luis Carlos Valdes Correa
Salvador Valdés Correa
Alberto Antonio Valdés Moure
Domingo Valdés Prieto
Antonio Valdés Vicuña
Catalina Valdivieso Fuenzalida
Juan Carlos Valdivieso Tagle
Magdalena sofia Valdivieso tagle
Francisco J. Valdivieso Tagle
María Beatriz Valech Alessandri
Maria Jimena Valenzuela Del Valle
Diego Valenzuela P.
Matias Ignacio Varas Arias
José Rafael Vargas Avilés
Macarena Vargas Losada
Mauricio Alejandro Vega Mora
Diego Andrés Vera Santa María
Kristoffer Verbeken
José Joaquín Verdugo Ramírez
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Alberto Vergara Arteaga
Felipe Vial Claro
Patricio Vial Fell
María Ignacia Vial Undurraga
Benjamín Agustín Vial Undurraga
Catalina Vial Valenzuela
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Joaquin VIllarino Goldsmith
Cristóbal Villarino Herrera
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Max Federico Villaseca Molina
Adriana Villaseca D.
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Franciscs von Teuber
Andrés Vicente von Teuber Corradi
Andres Wagner Mayr-Melnhof
Adolfo Andrés Wegmann Stockebrand
Rodrigo Winter Igualt
María Trinidad Woolvett Ortúzar
Natalia Yañez González
Alvaro José Yáñez Mora
Ernesto Yáñez Valdés
Maria Yarur
Arturo Yrarrázaval
José Hipólito Zañartu Rosselot
Oscar Zarhi Villagra
Matias Zegers
Juan Enrique Zegers Arrasate
Pedro Zelaya Etchegaray
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Menores de Edad y Aborto

El Sr. Lastra en sus cartas propone cambios al proyecto de ley de aborto en discusión, cuando se trata de embarazos de menores de 18 años. Afirma que «… para niñas mayores de 16 y menores de 18, el aborto sería prioritario, con excepciones que deberían ser autorizadas por un tribunal de familia. Es decir, las niñas mayores de 16 y menores de 18 años tendrían la oportunidad de expresar ante magistrado las razones que las impulsan a querer ser madres…».

Solo recalcar lo que el mismo Sr. Lastra afirma cuando dice que esta joven iría ante el magistrado a dar «razones que la impulsa a querer ser madre»; efectivamente, esta joven YA es «madre», madre de qué o de quién: de la otra variante de la ecuación propia de la maternidad: un «hijo», su hijo. Por lo tanto, de lo que estamos hablando es que esta joven madre deje de ser «madre», terminando con la vida de su «hijo».

Cuando se habla de maternidad, creo que es de justicia y honestidad transparentar de qué y quién estamos hablando.

Patricia Gonnelle, directora ejecutiva Corporación Maternitas

Fuente: Mercurio de Calama

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El Cruel Aborto Por Mauricio Mansilla Mayorga

La similitud que existe entre las personas que se encontraban en los campos de concentración nazi; tras las alambradas electrificadas que estaban condenabas a ser exterminadas y no tenían escapatoria alguna en el holocausto ocurrido en el pasado; y en estos tiempos modernos, la de un inocente feto que se encuentra en el vientre de su madre, que irónicamente, está condenado a ser exterminado y tampoco tiene escapatoria alguna.

Aborto: En las cámaras de gas de los campos de concentración nazi, donde fueron destruidas, la dignidad del ser humano, se exterminaron millones de personas indefensas, mujeres, ancianos y niños, en su mayoría ante la complacencia y la pasividad de una sociedad que buscaba mil y un motivos para justificar o inhibirse en su egoísmo. Hoy a pesar de haber sido derrotado el nazismo, los métodos se han civilizado, se mata al inocente cuando está en el vientre de su madre, de donde tampoco puede escapar. También ahora se cambian los nombres y se buscan mil motivos, se habla de “IVE” Interrupción Voluntaria del Embarazo, en lugar de aborto, el egoísmo se disfraza de libertad y el miedo de responsabilidad. En el nombre del progresismo, antes era nazismo. Cualquier cosa vale con tal de que anule la responsabilidad personal, se extermina a millones de seres humanos, se dice que no lo son algún pensador ha decidido que lo son con seis meses y un segundo no lo son cuando falta ese tiempo.

Se dice que se tiene derecho y libertad para pensar y actuar de forma diferente, que cada uno hace con su cuerpo lo que quiere y nadie tiene por que meterse en ello, y así es en parte, se tiene derecho a elegir un peinado, vestido, viaje, profesión, comida, bebida, etc.a pensar rojo, verde o azul, a oír música, pero se acepta que no ha elevado volumen y a altas horas de la madrugada, se puede quemar un papel pero no el bosque y si se hace el vecino, en el caso anterior, o la sociedad en este último, tiene el derecho y deber de evitarlo, porque está en juego no solo el patrimonio del que lo hace sino también del que lo padece, si un niño es maltratado y quemado con cigarrillos, se puede decir que los padres están en su derecho si una madre decide exterminar al ser que lleva en sus entrañas. Pero en lo más profundo de la conciencia sabemos que no es así lo que está en juego no solo les pertenece a los padres y a los niños lo que se destruye es la dignidad, herencia que pertenece a toda la humanidad es la misma en el que vive, nacido o e incluso en el que muere. Es la misma en el que nace en Estocolmo, Barcelona, París, Ruanda, Guatemala, Chile o Singapur. Esa herencia es lo más valioso que posee el ser humano, ha sido transmitido a través de los siglos y sostenida con el sufrimiento, muerte y vida de millones de hombres, y está en cada uno sea como sea. Cuando se destruye lo que es patrimonio de toda la humanidad no se quema el papel, se quema el bosque, no se inunda la casa sino todo el edificio, no se contamina un vaso de agua sino el mar, por ello se tiene el deber legítimo de luchar por ella, sabiendo que se tiene frente a si a dos enemigos poderosos por ser invisibles, la indiferencia y la incomprensión, pero hay dos armas aúnmás poderosas; que posee la juventud de forma gratuita y los espíritus libres pagando un precio siempre inferior a su valor, son estas la generosidad y la valentía, cada vez esmás frecuente, aparecen casos de abusos de menores, niños asesinados recién nacidos que aparecen en contenedores de basura etc. Y una gran parte de la sociedad se escandaliza hipócritamente olvidando que enlos contendores de los centros que la ciudad ha creado para estos fines de interrumpir el embarazo tal vez se podrían encontrar, manos, cabezas y pies de seres humanos. La responsabilidad de esto no recae tanto en estos centros donde probablemente haya quien crea de buena fe estar cumpliendo una labor social, sino en cada uno de nosotros que callamos por cobardía o no pensamos por comodidad y avalamos con nuestros votos a unos gobernantes ciegos y sin escrúpulos, a no ser que sean reflejo de la sociedad en que vivimos, entonces se trataría de una sociedad enferma de gravedad.

Hay una esperanza: la juventud, y una certeza, la inmigración masiva en los países occidentales por una humanidad más vitalista que proviene del tercer mundo traerá un nuevo ímpetu que la hará inmune a los dos virus que ocasionan estas enfermedades, el egoísmo y el miedo, tal vez sea uno mutación dl otro.

Aborto y la ONU: si pudiéramos observar desde la posición del ave el camino recorrido en la evolución del ser humano desde su creación hasta nuestros días, veríamos que no ha sido una trayectoria lineal y menos un camino de rosas, ha habido desviaciones, retrocesos y avances, al final siempre un paso adelante con el precio del dolor, sufrimiento y vidas humanas y en general con futuros en sabiduría.

En el momento actual, es hora de preguntarnos ante la realidad del aborto y la política de natalidad auspiciada desde la ONU ¿En qué momento estamos? ¿Por qué estamos como estamos? ¿Cómo estaremos si seguimos así? ¿Cómo estaremos si somos como tenemos el deber de ser?

Ante la primera pregunta de forma esquemática, es obvio que estamos en pleno retroceso en tiempo de crisis de valores, especialmente de la responsabilidad.

La segunda pregunta tal vez sea más compleja su respuesta, pero enlaza con la anterior, es decir el hombre al valorar más el tener que ser, pierde su individualidad con, individualidady se transforma en masa y lo característico de la masa según Marañón , es la ausencia de la responsabilidad, se diluye como la tinta en el mar, así como la escasa valoración de la razón y de la verdad y por el contrario su gran sugestión y fantasía es por ello que nunca como ahora ha habido tantos videntes y charlatanes dictando su predicamento.

En la tercera pregunta decómo estaremos si seguimos así, la historia nos da la respuesta.
En la cuarta pregunta incluimos dos nuevos verbos, ser y deber, conceptos claves d dos pilares en los que se basa el desarrollo personal y social dl ser humano y por tanto de su felicidad nunca vista de forma tan universal como en el momento presente.

Ser y no tener o no estar es decir concebir la vida como un proyecto activo de construcción o de armonía con la verdad, con deber no solo de recibir sino como imperativo que nos trazamos si queremos seguir el camino que dignifica al ser humano el que busca la verdad no como una utopía o unafantasía sino como una realidad un quehacer presente. Es mucho lo que nos jugamos son muchas vidas humanas destruidasmucho sufrimientos, que podemos y debemos evitar. Es muy grande el paso que damos hacia atrás y mayor el tiempo que debemos emplear para volver nuestra situación presente son muchas vidas donadas generosamente como herencia de la humanidad que lucharon por valores como la libertad y la dignidad del ser humano.

En esto tiempos de crisis de la responsabilidad es hora de preguntarnos cuanta nos toca a cada uno que vemos desde el otro lado de la televisión indiferentes esta situación o somos coparticipes con nuestra permisividad de malasdecisiones políticas que socaban los cimientos de la propia dignidad del ser humano cual es el aborto que atenta gravemente contra el ser humano cuando estámás indefenso y vulnerable en las entrañas de su madre, cuando en otra época tal vez en toda la historia de la humanidad fue siempre el lugar más seguro y sagrado; la palabra entrañable puede perder su significado en esta generación.

La entrada al campo de concentración de Auschwilz donde fueron exterminados millones de seres indefensos, en su mayoría niños, mujeres y enfermos, estaba encabezado por un cartel en el que se utilizaba la palabra “trabajo” el trabajo hace libres, como un signo más de desprecio a la verdad y la dignidad del ser humano.

De igual forma en los centros donde se consuma hoy la muerte del ser humano antes de nacer, a menudo están encabezados por la palabra médica violando aun sin saber lo másesencial y trascendente de su significado.

Desde el paraíso de Dios habla un inocente asesinado antes de nacer. A la memoria de los que murieron antes de nacer el grito desesperado de los que fuimos cruelmente asesinados a través del aborto en el vientre de nuestras madres, nadie pudo oír nuestros gritos de auxilio, nos envenenaron, nos destrozaron con pinzas metálicas, nos aplastaron cobardemente, participaron en nuestra muerte aquellos que juraron un día defender la vida como el bien más preciado del ser humano y todo sucedió en una triste complicidad de nuestras madres que por su inconsciencia e irresponsabilidad quedaron embarazadas de nosotros y prefirieron sus lucros personales que nuestras inocentes vidas.

¿Por qué tuvimos que pagar por la inconsciencia de nuestros progenitores? Ojala los que juzgan y se enredan en prejuicios tomen realmente cartas en este tema y hagan un alto definitivo al exterminio humano a través del aborto para que no sigan muriendo inocentes antes de nacer.

En la actualidad hay bellas mujeres que fueron madre producto de violación y hoy son inmensamente feliz junto a sus amados hijos, otras optaron por darlos en adopción y hoy esos niños son muy hermosos y felices. Hay opciones, apuesta por el amor y la vida. No al aborto.
El artículo 19 de los universales derechos humanos se refiere a toda persona tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus dichos, opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.
Si analizamos el aborto desde el punto de vista de la teología, Dios creó al ser humano a su imagen y semejanza y en ese contexto el aborto es un crimen contra la creación de Dios incluso atenta gravemente contra uno de los diez mandamientos; no matarás, y a su vez atenta contra el artículo 3 de los universales derechos humanos, que se refiere a toda persona tiene derecho a la vida y un feto es persona.

Haciendo hincapié en el artículo 3 de los universales derechos humanos, el artículo 19 de la constitución política de la República Democrática de Chile, dice que le Estado de Chile “Garantiza una serie de derechos a sus ciudadanos, eso incluye el derecho a la vida, o sea un feto tiene derecho a la vida.
EL CRUEL ABORTO QUE SE CAMUFLA EN LA SOCIEDAD.
En el gran Santiago de Chile, en una de las poblaciones pobres vivía llena de sueños e ilusiones una inocente y preciosa niña adolescente de 13 años que ya no podía seguir estudiando por la precariedad en que vivía con toda su familia debido a la extrema pobreza, más el hacinamiento en el cual se encontraban, ya que habitaban una media agua de 3×6. Ella, sus seis hermanos más sus dos padres. El papá era obrero de la construcción, en dicho trabajo el sueldo era precario, debido a que no tenía especialidad y su madre era obrera de una empresa de aseo. Entre los dos padres no alcanzaban a satisfacer todas las necesidades del mes y esta adolescente a la que cariñosamente la nombraban como la “rosita” ya que su belleza era comparable a esa flor. Esta niña debía cuidar siempre a sus hermanos chicos y estar pendiente de todos los quehaceres de su casa. Ella observaba desde lejos a las demás adolescentes como lucían sus lujosas prendas de vestir, a ella le daba una sana envidia de no poder tener todo lo que deseaba. La “rosita” empezó a sentir ambición, quería tener de todo y comenzó a hacer trabajos esporádicos, los cuales podía realizar en su casa sin tener que descuidar sus obligaciones, hacia costuras y lavados de ropa a sus vecinos, de esta manera podía juntar algo de dinero para tratar de adquirir algunas prendas de vestir, pero le era realmente imposible poder juntar dinero ya que la necesidad de comer con sus pequeños hermanos era mayor. En este contexto fue que un hombre sin principios se percató de las ambiciones y necesidades de esta preciosa e inocente princesita y la engaño para conseguir satisfacer sus más bajos instintos, la violo y se marchó muy lejos. Lamentablemente “la preciosa rosita” quedo embarazada de este monstruo, sintió mucho temor de contarle esta situación a sus padres por los castigos que recibiría, pero le conto a una vecina, la vieja meche, la cual la llevo donde una abortera, lamentablemente la niña no resistió la práctica del aborto y murió junto a su inocente fetito. La vieja meche y la abortera ante esta situación, se asustaron mucho y no encontraron otra soluciónmás que botarlos a las dos criaturas inocentes en un micro basural donde fueron encontradas de espaldas con sus ojitos entre abiertos, como si estuvieran mirando hacia el cielo… y claro, porque no me cabe ninguna duda que los ángeles de Dios salieron a su encuentro y al de su inocente bebita, y hoy viven en el paraíso de Dios.

Recalco que esta niña y su bebita ambas inocentes, fueron arrojadas a un basural como un desperdicio más a la dignidad del ser humano.
Por Mauricio Mansilla Mayorga.

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