Señor Director:
El Dr. Fernando Zegers insiste en sus argumentos a favor de legalizar el aborto en Chile.
Para ello contraataca los planteamientos formulados por profesores universitarios a quienes atribuye, más que racionalidad, un dogmatismo acorde a las universidades donde se desempeñan. Esto mismo, pero desde las antípodas, podría decirse del Dr. Zegers y de la Universidad que representa.
En primer lugar, su postura manifiesta un absoluto desprecio por la criatura humana gestada, por el solo hecho de no haber nacido aún, es decir, porque no se ve o es “apenas perceptible”, lo cual es bien poco científico puesto que él, como médico, sabe bien que ésta es un ser humano con toda su carga genética, completa en esencia, a la cual solo le falta desarrollarse hasta que esté apta para nacer, y así, continuar su desarrollo hasta la adultez.
En sus argumentos:
- “Forzar a una niñita a continuar con un embarazo es considerado en todo el mundo civilizado como un acto inhumano, degradante y un atentado contra derechos humanos fundamentales”. Permítanos decirle que un embarazo en curso no se “fuerza”, se desarrolla de manera natural. Al contrario, matar a la criatura en el útero materno y extraerla, eso sí que es violento y un forzamiento impropio, además de injusto y cruel. ¿Qué más degradante puede haber que considerar que la vida de determinados seres humanos vale nada?Sin duda, somos muchos los que no pertenecemos a “todo el mundo civilizado”, que desprecia la vida del que está por nacer y que lo trata como una “cosa” que se puede botar a la basura, usar en experimentos científicos, en implantaciones fallidas o como material para cosméticos y cremas. En todos los casos, como un negocio rentable pero atrozmente inescrupuloso.
- “¿Por qué debe esperarse que exista riesgo de muerte antes de intervenir?” Sabe el doctor que el embarazo no es una enfermedad y las mujeres están en condiciones de gestar durante su etapa fértil que comienza una vez que su cuerpo está maduro para ello. El embarazo, en sí mismo, no pone en riesgo la vida de la madre.
- El doctor mal interpreta a quienes refuta, diciendo que piensan que el embarazo de una niña violada sirve para la persecución y castigo del violador. Es al contrario: el aborto condena a muerte a un inocente, daña de por vida a la madre con las consecuencias del Síndrome Post Aborto, pero deja impune al culpable.
- Por último, el doctor reconoce las graves consecuencias que provoca un aborto, pero cree que son mayores las causadas por la violencia intrafamiliar y la violación. Sin entrar a jerarquizar estos males, agregar a ellos el trauma de un aborto, no es un aporte. ¿Por qué no buscamos como sociedad corregir esas situaciones tristes y aberrantes? ¿Por qué escarnecerse con el niño en gestación y matarlo si es una víctima inocente? ¿No merece la misma oportunidad de vivir que cada uno de nosotros? ¿No le parece más justo y más humano?
Red por la Vida y la Familia