Bastante absurdo el argumento proaborto que señala «mi cuerpo, mi decisión», puesto que quien se lleva dentro del vientre es otra persona, no una extremidad de nuestro cuerpo, como lo es un brazo o una pierna. Estamos hablando de una persona aparte, por lo que no es una decisión sobre nosotros mismos, sino sobre otro.
Francisca Parada Yunis