Carta Abierta a Amnistía Internacional:
Voluntarios de Amnistía Internacional reclaman por posición frente al aborto
Hace cuatro años, cuando éramos estudiantes universitarios, se nos presentó una institución con un férreo deseo, y un trabajo serio en post de la protección a los Derechos Humanos: Amnistía Internacional. Ahondamos en la organización y fue mejor aún, el trabajo desplegado en torno a diferentes puntos, con posturas claras en los diferentes abusos que se dan en el mundo, sobre todo con la protección de la infancia, nos hizo sentirnos motivados para entrar a esta ONG como activistas.
Nuestros principios personales, sobre la defensa a los derechos humanos, pero además la protección a los derechos de los niños, nos hacía sentirnos muy cómodos en Amnistía Internacional. De manera paralela trabajamos igualmente en otras instancias sobre la defensa de la infancia con otras organizaciones, siempre comprometidos con la defensa de los infantes.
Es por esto que nos sentimos muy sorprendidos, defraudados, y no representados por la última declaración de Amnistía Internacional, quienes sin consulta alguna a sus propios miembros señalan que, como ONG respaldamos el aborto libre en todas sus formas.
Como activistas defensores de los derechos humanos, pero además miembros del sector de infancia de AI, sería absolutamente contradictorio estar a favor de dicha medida, es por esto que nos mostramos totalmente contrarios a esta postura, y no con una actitud conservadora o “pechoña”, sino mas bien porque encontramos que el aborto libre no es más que una medida parche, ya que no soluciona el problema de fondo. Creemos que la elaboración de políticas públicas debe ir ligada más bien a la prevención de embarazos no deseados, en lugar de terminar con la vida del que está por nacer, y además financiándolo. Creemos en que el Estado debe entregar educación sexual desde la enseñanza básica, y acompañar a los jóvenes en su despertar sexual otorgándole las herramientas necesarias para evitar los embarazos adolecentes no deseados. Se debe generar conciencia a través de la educación, y generar un cambio cultural en las personas sobre el sexo. Sólo de esta forma tendremos jóvenes que puedan vivir su sexualidad de una manera segura, responsable y madura, para de esta forma, no tener que intervenir y terminar con la vida de una persona en formación.
La protección de la infancia y la defensa de los Derechos Humanos fueron las convicciones que nos hicieron ingresar a Amnistía Internacional en su momento, por lo mismo sería una inconsecuencia de nuestra parte quedarnos callados ante la última declaración emitida por la cúpula de dicha ONG, es por esto que lamentablemente hoy nos encontramos con un pie mas fuera, que dentro de AI.
Diego Betancourt, Coyhaique
Licenciado en Ciencias Políticas y Administrativas
Claudio Parra, Chillán
Administrador Público
Gonzalo Rivera, Calama
Administrador Público