Señor director:
Se ha dicho que al no darle autonomía a la mujer para que pueda abortar en las tres causales planteadas en el proyecto de ley se vulnera su derecho a elegir, porque se las obligaría a continuar con sus embarazos.
Esa libertad que tanto se nombra no existe, porque la mujer no es libre cuando toma la decisión de abortar, pues en un 92% se ve presionada por su familia, pareja o entorno; tienen miedo de enfrentar a sus padres o ven interrumpido su proyecto de vida. Así lo constatan las cifras de miles de mujeres que han sido acompañadas por Fundación Chile Unido y que estaban en riesgo de abortar. Con ello se confirma que el hijo que está en gestación no es el problema.
La despenalización del aborto no resuelve la situación que en esos momentos de máxima fragilidad viven las mujeres con embarazos vulnerables. Más aún, genera daños a la salud física y psicológica de la mujer, además de provocar la muerte de los más indefensos de nuestra sociedad.
Nuestra experiencia de más de 15 años acompañando a mujeres que están en la disyuntiva del aborto, nos permite afirmar que la felicidad de una madre cuando continúa su embarazo, indistintamente de las circunstancias, se contrapone al dolor, el vacío y la culpa que genera el aborto. Cuando una mujer es acogida, escuchada y comprendida revierte la decisión de abortar en un 85% de los casos, y en los de violación, un 96% de las mujeres continúa con su embarazo.
Verónica Hoffmann C.
Directora Ejecutiva
Fundación Chile Unido