El médico y tesista de bioética dice que los textos de
embriología aseguran que hay vida desde la concepción.
Por Catalina De Améstica
«El aborto es un acto injusto contra la
mujer, porque la abandona al darle una
falsa idea de solución»
Como un defensor de la vida en todas sus circunstancias.
Así se resume la posición del director ejecutivo de la Fundación Res
Publica, Jorge Acosta (28), en torno al proyecto de aborto en las
causales de riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y violación.
Este médico egresado de la Universidad Católica —casado con dos
hijos— ha estado en la primera línea de debate para intentar
convencer a los chilenos que el aborto «no es una solución mágica», ni
que es decisión exclusiva de la mujer interrumpir el embarazo: «Hay un
niño al que no se le está preguntando su decisión».
Acosta (actualmente tesista del magíster de Bioética) asegura que
«esta discusión no es sobre derechos sexuales y reproductivos,
tampoco religioso, sino un debate sobre humanidad y Derechos
Humanos. Y el primer derecho, es a la vida».
Agrega que «el aborto es un acto injusto contra la mujer, porque la
abandona al darle una falsa idea de solución, y en contra del niño que
está por nacer».
Y recuerda la frase de la Presidenta Bachelet al abordar la polémica
situación de su hijo Sebastián Dávalos. «Ella dijo que no hay personas
de primera y segunda categoría. Yo opino lo mismo».
—Ella alude a personas nacidas…
—Hay un acuerdo internacional, y lo dicen textos de embriología, que
la vida parte en la concepción. Es un resquicio decir que esa vida es
sólo un grupo de células. Cuando una mamá se realiza un test de
embarazo y ve que está esperando un bebé, no dice tengo un montón
de células, sino estoy esperando un niño.
«Debate tramposo»
Para el doctor de la Clínica Alameda —nacido en la comuna de San
Ramón y primer profesional de su familia—, decir que se requiere
despenalizar el aborto «es un debate tramposo».
Dice que en el caso de riesgo de vida de la madre, «la actual
legislación obliga al médico a salvar su vida y, si no lo hace, se va
preso. Chile tiene la tasa más baja de mortalidad materna de
Latinoamérica».
Ante el caso de inviabilidad fetal, señala que se le debe tratar igual que
un enfermo terminal: «Un padre con un hijo gravemente enfermo, lo
primero que piensa no es en matarlo, sino en acompañarlo y sacarlo
adelante hasta el último».
Y sobre la violación, afirma que «el culpable es el violador. ¿Por qué
condenar a la pena de muerte a un niño que es inocente?».
—¿Y por qué obligar a una mujer violada a seguir con el
embarazo?
— No porque una mujer sufrió un acto violento hay que cometer otro
acto violento. Si ella no quiere criar ese niño, lo puede dar en
adopción. El aborto no soluciona el problema sicológico de la mujer, no
hace que el tiempo vuelva atrás.
—¿Es mejor que no haya aborto pero sí hijos no deseados?
—No porque ese hijo signifique un problema, lo vamos a sacrificar.
—Pero hay mujeres que no desarrollan el vínculo materno.
—Obviamente que hay algunas que no lo tienen. La mujer que decide
abortar no tiene un vínculo con su hijo.
«Se impone la muerte»
Asegura que diversos estudios muestran que las mujeres que abortan
tienen un 40% más de probabilidades de sufrir daño sicológico y físico
futuros (partos prematuros, niños con bajo peso, rotura uterina, estrés
post traumático o ideación suicida). «Si quienes están a favor del
aborto se dieran cuenta que daña la salud física y sexual de la mujer,
que no le produce ningún beneficio, no lo promovería, pero sólo lo
hacen por ideología», señala.
—El proyecto no obliga a la mujer a abortar, le da la opción.
—Sí lo hace porque impone la muerte del niño por nacer. Se rasgan
vestiduras diciendo que se impone un embarazo y se tortura a la mujer
si no se termina el embarazo, pero uno está matando a un ser
humano.
—¿Por qué debiera imponerse su visión?
—El país debe preguntarse si existen seres humanos de primera y
segunda categoría. Si consideramos que el respeto a todo ser humano
es una mera opinión, y que algunos opinamos que el niño que está por
nacer es un ser humano y otros no, entonces justificaríamos lo que
hicieron los nazis con los judíos u homosexuales.
—Y en el caso de la violación ¿se debe hacer la denuncia?
—Este no es tema de quienes tienes más o menor moralidad para
mentir, porque hoy estamos viendo que casi toda la clase política
mintió respecto a sus declaraciones de gastos de campaña. Todos
mentimos. Y que exista la obligación de denunciar, protege a la mujer
porque vamos a perseguir a quien la violó.
Fuente: lasegunda.cl
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