Nuestro pastor se ha destacado por defender férreamente la causa pro-vida, en ese escenario nos comenta por qué es tan necesario que nuestra sociedad tome conciencia y se una en la defensa del niño por nacer.
“La persona más débil, indefensa e inocente es el niño en el vientre de la madre”
“Cada persona merece ser respetada en su derecho a vivir y ciertamente que la persona humana comienza a existir desde la concepción en el vientre de la madre. Es persona en todo su desarrollo de gestación, es persona al nacer y hasta que Dios quiera que parta de este mundo al otro.
Si un embrión es inviable de modo espontáneo va a morir porque no puede vivir por sus propios medios. Y si realmente es inviable será la naturaleza que hará su proceso por el cual dejará de existir… No porque sea inviable se justifica matar.
Algo también pasa cuando una persona tiene una enfermedad terminal, quizás podría tener unos meses de vida; pero ¿eso justifica que se mate al enfermo? Hay casos donde los médicos establecen que los niños son inviables y resulta que al nacer el niño se desarrolla llegando a la adultez. Por estas razones hay que respetar la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural y en especial al niño que está por nacer. Recordemos el mandamiento de Dios no matarás y todas las leyes humanas respecto a penalizar el crimen, esas leyes están por la defensa de los débiles y por la protección en sus derechos.
La persona más débil, indefensa e inocente es el niño en el vientre de la madre. Por eso no se debe permitir de ninguna manera que se legalice o se vea como algo bueno matar a un niño”.
¿Cuál es su postura frente al aborto terapéutico?
“El aborto aunque tenga este título de terapéutico es simplemente asesinar a una persona. Algo parecido pasa con la eutanasia. Discutirán sobre la persona que esta mayor o sufre con dolor su enfermedad, pero la solución aparente que se propone es matar y eso va contra la dignidad de la persona humana.
La terapia se refiere a las prácticas médicas de sanación, el aborto terapéutico no pretende sanar, sino matar. El feto es inviable porque en un tiempo cercano tiene que morir de un modo necesario ya sea porque no puede vivir por sí mismo por causa de malformación o enfermedad. Sin embargo, toda persona humana de alguna manera es “inviable” porque todos en algún momento tenemos que morir, ya sea antes o después… es un proceso que se debe seguir de manera natural”